martes, 23 de noviembre de 2010

spot de solidaridad

“Una vez en las calles de Chicago Un músico, considerado uno de los mayores virtuosos del violín en el mundo, se colocó en uno de los pasillos del metro y, durante unas horas, tocó varias piezas clásicas con un Stradivarius valorado en más de un millón de dólares. De las miles de personas que pasaron ese día por su lado, apenas unas decenas repararon en el violinista del pasillo para entregarle alguna moneda. Pero ni una sola se detuvo para disfrutar de la espléndida melodía que desprendían las cuerdas de aquel violín ni del extraordinario talento del muchacho que lo manejaba. De repente, un genio de la música acostumbrado a llenar auditorios, se había vuelto invisible.”
Por desgracia nos encontramos ante una realidad social que hace a muchas personas invisibles. Vivimos en un mundo de prisas, de relojes, de estrés, de no mirar al otro lado, de ser egoístas y pensar solo en lo nuestro…
Vivimos en una sociedad en la que, las personas que no nos interesan las hacemos invisibles, las ignoramos, y si no nos incomodan pasamos de largo, sin más; y si lo hacen nos volvemos violentos, e imploramos por nuestros derechos, sin dar oportunidades a los que realmente la necesitan.
Actualmente se estima que más de 30.000 personas viven en nuestro país sin hogar, sin oportunidades, sin poder pasar de largo y poder salir adelante, en definitiva, más de 30.000 personas que son invisibles a los ojos de esta sociedad.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Solidaridad no es dar lo que me sobra, es compartir lo que te hace falta, desde una simple caricia, a compartir sonrisas y carcajadas.
Todo partiendo desde el corazón fruto de la imaginación, que tanta falta hace cuando llegan esos momentos de bajón.
Momentos en lo cuales debes convertirte en un verdadero luchador, derribando muros de intolerancia y poca compresión.
Esos muros que que te ponen a diario, para impedirte que sigas buscando una manera mejor de vivir y dejes a un lado el tanto sufrir en silencio, con la única compañía de tu amiga la soledad, la que llevas en un carro que nadie te ayuda a empujar.